martes, 20 de octubre de 2009

Anuncian fundación para que la lengua y la cultura náhuatl trasciendan las comunidades originarias

  • El historiador Miguel León-Portilla subraya la literatura copiosísimade esos grupos
Arturo Jiménez




Mientras el historiador Miguel León-Portilla dijo que probablemente la mayor riqueza de México y otros países de América sean los pueblos y culturas indígenas, el escritor y lingüista Carlos Montemayor consideró que los avances logrados en su reconocimiento se deben no a la sociedad mayoritaria sino al esfuerzo de los propios pueblos originarios.
Los dos hablaron durante la presentación ayer de la Fundación Cultural Macuilxóchitl/ Cinco Flores, de la cual son consejeros junto con otras 15 personas, que dirige el promotor cultural y escritor nahua Natalio Hernández, quien explicó que la institución nace con el fin de apoyar el desarrollo de la lengua y la cultura náhuatl en la perspectiva intercultural, para lograr que trascienda más allá de la comunidad de nativo-hablantes.
Para ello, agregó Hernández, se cuenta con el coro Xochicuicanih/ Flores que Cantan, integrado en su mayoría por niños, niñas y jóvenes hablantes de la lengua náhuatl, de la comunidad de Lomas del Dorado, Ixhuatlán de Madero, Veracruz, y por jóvenes de la ciudad de México, quienes interpretan las canciones en ese idioma originario y en español.
La fundación es la nueva etapa de un trabajo que desde hace ocho años realiza Hernández, traductor de las canciones, junto con Raquel Bronstein, autora del libroTla oncah cuicatl oncah xóchitl/ Si hay cantos hay flores, y Augusto Hernández Sáenz, productor musical.
La presentación se realizó en la Fonoteca Nacional, donde además de los mencionados estuvieron la actriz Luisa Huertas y Laura Villasana, directora de administración de la nueva Fundación Macuilxóchitl, que literalmente significa cinco flores y es el nombre con el que también se conoce al dios Xochipilli, señor de la flor y el canto, la palabra y el arte, como explicó León-Portilla.
El autor de Visión de los vencidos, quien hizo un amplio recuento de la importancia histórica, geográfica y cultural del náhuatl desde la época prehispánica hasta el presente, pasando por la Colonia y el paradójico siglo XIX, expresó: Me da un gusto enorme estar entre personas que creen lo mismo que nosotros: que cuando muere una lengua, la humanidad se empobrece.
León-Portilla reconoció el trabajo de los integrantes de la naciente fundación, y el apoyo de algunos medios de comunicación, en su lucha porque el náhuatl florezca y se difunda cada mes más. Si muriera, sería nuestro crimen. Sería terrible, porque tiene una literatura copiosísima.
Reconocimiento e interés
Carlos Montemayor, por su parte, celebró el surgimiento de la Fundación Macuilxóchitl como parte importante de un largo proceso de desarrollo y promoción de las lenguas originarias de México y de América, desde hace muchas décadas.
Por lo menos, agregó, desde Ángel María Garibay, maestro de León-Portilla, pasando por éste mismo y su trabajo en la UNAM, y por otros esfuerzos de escritores indígenas e investigadores mexicanos y extranjeros, incluido el propio Montemayor, quien ha trabajado con escritores mayas contemporáneos.
Luego de destacar que esfuerzos semejantes se han dado en otros países americanos y con idiomas y culturas como el aymara, el quechua, el guaraní o el mapuche, recordó:
“En estos años complejos, todos nos veían con desconfianza, cuando no hacia abajo, de lado y con desprecio, porque, ¿a quién le importan las lenguas de los indios, las revoluciones de los indios, las reivindicaciones culturales de los indios? Muchos de los grandes poetas mexicanos, aún vivos, pero al parecer no tan vivos, decían: cómo que va a haber literatura de los indios de México, por favor, qué broma es ésa. Y de los comentarios llegaban también a los periodicazos y revistazos, y a los librazos también.
Y después de unos 30 años, las cosas han cambiado notablemente. He acompañado a escritores de lenguas originarias de nuestro país a Francia, Alemania, Italia, España. Hay un reconocimiento y un interés en muchos países y una multiplicación cada vez más importante y activa de escritores, músicos, dramaturgos, autores de teatro guiñol. Y Macuilxóchitl es no solamente cinco flores, sino uno de los ramilletes más destacados de todas esas tareas surgidas hace décadas en nuestro país.
De los esfuerzos en México y otros países de América, comentó: Toda esa afluencia de las lenguas originarias en nuestro continente no es resultado de la madurez de las sociedades mayoritarias, sino de la cada vez más activa y madura conciencia, participación social, educativa y cultural de los propios pueblos e intelectuales y artistas de las lenguas originarias.

http://www.jornada.unam.mx/2009/10/15/index.php?section=cultura&article=a05n2cul

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