miércoles, 21 de octubre de 2009

El saqueo cultural


Cambio y fuera

Adriana Malvido



  • 2009-10-21•Política

Felicidades a MILENIO
Televisión

Casi todos los días aparecen, perdidas en las páginas interiores de los diarios, pequeñas notas acerca de un templo al que le robaron un cáliz, una custodia, una escultura, un lienzo… Interpol hizo cuentas y calcula mil piezas sustraídas en la última década y un incremento de 10 por ciento en el tráfico ilegal de arte sacro en México.
En lo que a patrimonio arqueológico se refiere, el Instituto Nacional de Antropología e Historia reveló que todos los días “salen del país, por lo menos, cien piezas prehispánicas”, dato que apareció en portada el domingo pasado en MILENIO. La nota, en la sección cultural del diario, detalla que en sólo diez años se fueron 10 mil 485 piezas. Además, informa que de los 35 mil sitios arqueológicos ubicados en el país, 172 están abiertos al público y de éstos sólo uno de cada tres tiene vigilancia.
El Museo Muros de Cuernavaca, que albergó la colección Gelman de arte moderno y contemporáneo, desapareció en mayo de 2008 con todo y el acervo de Fridas, Orozcos, Riveras, Siqueiros... 300 obras ocultas desde entonces en alguna bodega, en medio de un litigio. Ninguna institución cultural se pronunció.
Leonardo Patterson se robó de México, a lo largo de 35 años, 716 piezas prehispánicas que le fueron incautadas y siguen en Alemania. El INAH pidió la devolución en febrero del año pasado, pero nada se sabe desde entonces.
Como el tráfico de drogas, el secuestro y la trata de personas, el saqueo cultural se ha convertido en un negocio multimillonario. Sin embargo, al arte suele verse como algo aparte, como adorno o instrumento político que no tiene que ver con nuestra vida cotidiana ni con nuestro desarrollo. Se le usa y se le deshecha.
El emblemático Ballet Teatro del Espacio desaparece por falta de subsidio. Sus fundadores, Gladiola Orozco y Michel Descombey, son tratados con desprecio por el INBA luego de 30 años de excelencia artística en sus escenarios. La nota duró sólo unos días.
El Proyecto de Presupuesto 2010 pretende un recorte de más de 25 por ciento a la cultura. Implica una reducción de 38 por ciento al Conaculta; 46 por ciento al Imcine, 25 por ciento al INBA…
No basta lamentar las pérdidas ni exigir más presupuesto. Hacen falta inventarios del patrimonio cultural tangible e intangible, revisión a las leyes, políticas públicas y privadas para la conservación del patrimonio y una sociedad civil más informada y participativa en su defensa.
De lo contrario, poco a poco, nos iremos quedando desnudos mientras miramos los fuegos artificiales del Bicentenario.
adriana.neneka@gmail.com

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