miércoles, 30 de septiembre de 2009

Tlatelolco era una ciudad disidente: Eduardo Matos


  • El arqueólogo es el fundador del Proyecto Templo Mayor
  • También, participa el historiador Miguel León-Portilla


El Financiero en línea
México, 29 de septiembre.- Aunque las ciudades prehispánicas de Tenochtitlan y Tlatelolco fueron construidas casi al mismo tiempo, la segunda surgió a partir de un grupo de mexicas disidentes que se trasladaron un poco más al norte y crearon con el paso del tiempo un emporio comercial, afirmó el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma.

En su artículo Tenochtitlan y Tlatelolco. De cronistas, viajeros y arqueólogos, que aparece en el número más reciente de la revista Arqueología Mexicana, Matos habla de la rivalidad que tuvieron ambos centros de poder hasta 1473.

Esa rivalidad culminó cuando el tlatoani Axayácatl conquistó Tlatelolco y éste quedó sujeto a Tenochtitlan, explicó el investigador emérito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Durante la presentación de la revista, Matos comentó que aparentemente primero se fundó Tenochtitlan (1325) y 12 años más tarde Tlatelolco, por mexicas disidentes que deciden irse a fundar otra ciudad al norte del islote y con su propio gobernante. "Pero estaban tan juntas que era difícil la delimitación entre una y otra".

El arqueólogo fundador del Proyecto Templo Mayor, entre otros muchos aspectos, también hace referencia a la equivocación que hay en el Mapa México-Tenochtitlan, atribuido a Hernán Cortés, y publicado en 1524.

"En este documento destaca la plaza principal de Tenochtitlan, en la que se encuentran algunos edificios, entre ellos el Templo Mayor; al observar detenidamente, se aprecia que fue colocado invertido, es decir, que su fachada principal está viendo hacia el oriente, cuando en realidad veía hacia el poniente".

Acerca de las crónicas y la arqueología actual en el Templo Mayor, el arqueólogo explicó que, por ejemplo, en la fachada principal hay unas grandes serpientes ondulantes que todavía guardan un poco de su color, "cuando se registró su hallazgo me acordé del Códice Durán, en una de sus láminas se presentan dos serpientes iguales encontrándose".

"Efectivamente, la arqueología estaba descubriendo algo que antes de las excavaciones, ya conocíamos en los documentos que dejaron los cronistas. Entonces vimos que fray Diego Durán no había inventado esas serpientes, en realidad ahí estaban", concluyó el arqueólogo.

En esta edición de Arqueología Mexicana colaboran también el historiador Miguel León-Portilla, con la introducción al tema, el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, con Tenochtitlan y Tlatelolco. De cronistas, viajeros y arqueólogos, y la doctora Nelly Robles, con Viajeros y cronistas en la arqueología de Mitla, Oaxaca.
Además de los especialistas Félix Báez-Jorge, con Cempoala, Veracruz; Eugenia Fernández Villanueva, con Tzintzuntzan, Michoacán, a lo largo del tiempo, y Joseph Ligorred y Luis Barba, con Reencuentro con la Mérida ancestral. Thó, una ciudad maya antigua bajo una ciudad maya moderna.

Enrique Vela, editor de la revista Arqueología Mexicana, explicó que las ciudades prehispánicas que se abordaron en este número se escogieron tomando en cuenta la presencia del cronista, los viajeros y del arqueólogo; y agregó que "viene ilustrada con aspectos antiguos del siglo XVI, documentos y fotografías de los protagonistas.

Cabe destacar que el número 100 de Arqueología Mexicana estará dedicada al Bicentenario de la Independencia de México, y tendrá trabajos sobre el arte nacionalista en el siglo XIX y los motivos prehispánicos en la pintura mural del siglo XX, entre otros", adelantó Vela.(Con información de Notimex/JJJ)

No hay comentarios: